El miedo a perder, en cualquier sentido, es uno de los aspectos que pueden frenar la decisión de invertir. Por eso es importante que cuando te decidas no te quede ninguna duda de lo que debes hacer.
¿Qué te recomiendo?
- Verificar a las empresas que están detrás del proyecto:
Esto en el sentido de determinar si son confiables, qué experiencia los acredita para ofrecer un trabajo claro y efectivo, cuáles son sus antecedentes en el mercado.
Este análisis puede evitar que se sufran muchos inconvenientes en el futuro, no garantiza que no haya problemas, pero hacer negocios con una empresa seria te ayudará a tener mayor oportunidad de un buen resultado.
- Si la propiedad que vas a comprar es nueva, no solo tendrás gastos de pago, también hay otros costos adicionales a tomar en cuenta:
Tales como plan de administración, impuestos a pagar, trámite de documentos en notarías. Los llamados gastos hormiga, de poca monta, pero que al final, cuando se suman, tienen un gran peso en el presupuesto.
No los dejes a un lado.
- En caso de que la propiedad sea usada, el enfoque debe estar en determinar:
Si requiere reparaciones, de qué tipo deben ser, hay algunos cambios que son más costosos que otros, por ejemplo, las obras de remodelación o de los baños.
Si esto es así, hazte las siguientes preguntas:
- ¿Cuentas con el dinero para cubrir esos gastos y al mismo tiempo comprar la vivienda?
- ¿Cuál es el grado de urgencia de esas reparaciones? porque si pueden esperar, tal vez lo mejor será no hacer ambos gastos al mismo tiempo.
Toda buena inversión primero debe pasar por entender el proceso, de allí comienzas a ganar.