Conoce más sobre los perfiles de inversionistas y determina el tuyo

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El mundo está lleno de buenas inversiones, pero hay inversiones malas también, porque no todos los negocios resultan como uno lo espera, pero, sobre todo, no todos los negocios se hacen de la manera correcta.

En el caso de las inversiones inmobiliarias he hablado con frecuencia de que existe un paso a paso, sin embargo, hoy quiero recordarte que si no conoces el tipo de inversionista que eres, no sabrás si la inversión que te están ofreciendo es buena para ti o no, es decir, no tendrás idea clara del proceso que harás por mucho que te sepas el método de memoria.

Hoy quiero ayudarte a que entiendas un poco más sobre el tema. Los tres tipos de perfiles de inversionistas son:

  • Conservador
  • Moderado
  • Agresivo

¿Por qué recomiendo que determines el tuyo?

Porque de eso depende tu estrategia, así que vamos a definirlos.

El inversionista conservador, como la misma palabra lo dice, es muy cauto en las decisiones que toma, si bien es cierto todos debemos analizar a fondo los pasos a dar, este lo hace más, pero posee una característica particular y es que tiene como objetivo cuidar su capital y obtener algunas ganancias; decide arriesgar menos.

En el caso del moderado tiene como objetivo principal lograr que sus inversiones mantengan un equilibrio entre estabilidad y crecimiento de su patrimonio, lo que significa que suele invertir en proyectos de riesgo moderado, quizás apostando al mediano plazo para la ganancia.

Por otro lado, el agresivo tiene en la mira una sola cosa: maximizar la rentabilidad, en este caso no le importa exponerse al riesgo, siempre y cuando esté seguro de que los números están de su lado.

Cuando tomas la decisión de hacer una inversión inmobiliaria es muy importante considerar o analizar todos los aspectos que rigen esa inversión. Porque no solo se trata de seguir un paso a paso adecuado, aunque eso ayuda, existen factores que de alguna forma cambian o influyen en el resultado que se obtiene.

Ocurre tal como cuando aprendes a manejar, el camino a seguir es:

  • Aprender el método
  • Practicar
  • Seguir un paso a paso
  • Ejecutar con cautela

No todo se trata de salir corriendo a quemar la pista, si te enfocas en que se lleve a cabo el proceso adecuado para llegar a la meta de la manera más efectiva posible, verás mejores resultados en muchos sentidos.

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