¿Cuántas veces has escuchado la frase que más me gusta pronunciar, aquella de ‘lo que no se comparte, no se disfruta?’. Bueno, una vez más tengo un motivo para decirla, un motivo muy especial: fue la primera vez tu que tuve el privilegio de dictar una charla en Panamá, un país que había visitado en el pasado y que ahora se convierte en nuevo destino de mi interés.
Camino de Bogotá, donde tenía una apretada agenda académica y de negocios, me detuve en Ciudad de Panamá. Es una hermosa ciudad, moderna y pujante, y el panameño lleva en su ADN el virus del emprendimiento. Esa fue la razón por la cual desde hace un tiempo estaba con ganas de sembrar la semilla de marketing digital inmobiliario. Felizmente, ese momento llegó y lo disfruté.
Podría parecerte raro, pero no es fácil encontrar eco en una actividad como el marketing digital. La gente es prevenida, y no me refiero específicamente a los panameños, sino a la gente en general. ¿Por qué? Porque en internet hay mucho engaño, porque mucha gente ha sido estafada después de haber confiado en algo que se publicó en la red, porque hay mucho experto de mentiritas.
Pero no puedo quejarme de internet. No solo fue la herramienta que me permitió reinventarme en un momento muy difícil de mi vida, sino que es la que cada día, todos los días, me da la posibilidad de establecer contactos, fortalecer relaciones y, lo que más me gusta, compartir mi conocimiento y mi experiencia. En esta ocasión, con una empresa llamada Inversiones Natasha.
Esta es una empresa familiar fundada en 1991 por los emprendedores Iván Carlucci Sucre, Natasha Carlucci Sucre y Natasha Sucre Benjamín, su presidenta. Con frecuencia escuchamos que las empresas familiares están en extinción, que difícilmente son competitivas, pero Inversiones Natasha es la excepción que rompe la regla, tal y como lo comprobé durante esta agradable visita.
Inversiones Natasha es una de las pioneras del mercado inmobiliario en Panamá, una compañía que es respetada y admirada, que tiene una marca poderosa y una clientela fiel. Para hacer frente a los retos del competitivo mercado del siglo XXI, a los constantes cambios de la revolución digital y a los caprichos de los hábitos de los consumidores, le apuesta a la permanente capacitación.
Esa fue la razón por la cual llegué a sus oficinas, en Obarrio, una de las zonas residenciales más exclusivas de Ciudad de Panamá. Aunque está situada en el corazón de la ciudad, conserva los árboles frondosos y las amplias zonas verdes. Es un lugar hermoso, acogedor, inspirador, en el que también se localiza el distrito bancario, además de restaurantes, bares y centros comerciales.
Internet hoy nos da la posibilidad de cruzar fronteras, de ‘estar presentes’ en lugares a los que resulta difícil llegar o de ofrecer a otros lo que tenemos, lo que somos y lo que sabemos. Y, claro está, nos permite también aprender de las experiencias de otros, saber cómo resuelven los problemas, cómo superan los retos. Es un maravilloso intercambio de beneficios.
El Consejo de Emil
En el último tiempo, a los pilares de Inversiones Natasha, a la familia Carlucci Sucre, se sumó un grupo de profesionales de primera línea especializado en diferentes áreas del oficio inmobiliario. Una interesante mezcla de experiencia y juventud, de conocimiento online y offline, de estrategias de las de siempre y de las que llegaron de la mano con la revolución digital de internet.
En una charla que sostuve con los directivos de la compañía en un viaje anterior, les llamó mucho la atención el esquema del programa Vender Casas Desde Casa. Ese fue el tema de esta charla, que fue muy enriquecedora para todos, además de entretenida y relajada. Ese es el ambiente que más me gusta, el de la alegría, porque es tierra fértil para el aprendizaje, para el intercambio.
Por eso, te digo que fue una charla, más que una conferencia. El auditorio estaba conformado por la planta de empleados de Inversiones Natasha, un grupo muy inquieto, muy dispuesto, muy interesado en aprender. No recuerdo otra ocasión en la que me formularan tantas preguntas, pero justamente de eso se trataba y, por eso, esta actividad resultó tan bien como lo esperábamos.
Comparamos el sistema que ellos han implementado con el que ejecutamos en La Costa Destinations. Por supuesto, hubo puntos comunes, pero también muchos otros en los que se marcaron claras diferencias. Los analizamos todos, estudiamos los pro y los contra y diseñamos una serie de estrategias que les recomendé para obtener mejores resultados que los actuales.
Cuando salí de Ciudad de Panamá para Bogotá, tenía una sensación muy agradable: sentía que de alguna forma ahora Inversiones Natasha hace parte de la familia de La Costa Destinations y que Emil Montás y su equipo de trabajo hacen parte de Inversiones Natasha. Somos una familia, algo así como primos del Caribe, y vamos a luchar juntos por nuestros objetivos y nuestros sueños.
Ya sabes que me encanta compartir mi conocimiento, pero quizás hay algo que no te he dicho: me encanta más cuando las personas con las que lo comparto lo aprecian y lo aprovechan. Eso, para mí, es felicidad. Agradezco a Inversiones Natasha, a sus directivos y a su equipo de trabajo por esta oportunidad y espero que juntos podamos construir algo maravilloso para nuestros clientes.